
Entrevista a Patricia Bedoya y Asier García-Morato, fundadores de Chubby Apps
¿Cómo nació Chubby Apps y cuál fue la chispa que os llevó a emprender en el mundo del desarrollo de aplicaciones?
Chubby Apps nació en 2020, en pleno año de la pandemia, un momento tan complejo como lleno de aprendizajes. Un año antes habíamos puesto en marcha nuestra primera idea emprendedora, BEGia, un software pensado para guiar a personas con baja visión en espacios comerciales. La pandemia truncó aquel proyecto, pero también nos dio una certeza: nuestra manera de entender la tecnología era diferente. Para nosotros, las personas siempre debían estar en el centro de cualquier desarrollo tecnológico. De esa convicción surgió Chubby Apps, y desde entonces trabajamos en crear aplicaciones que hagan la vida un poco más fácil y significativa.
Estáis a tope con la V2 de FitWoody. ¿Cómo habéis pivotado desde el inicio de FitWoody hasta hoy?
FitWoody nació en 2023 como un MVP, construido a partir del núcleo de Cori, una app previa que desarrollamos para el control de la diabetes. Siempre nos ha apasionado la salud y la prevención, y pronto vimos que desde ese enfoque podíamos generar un impacto mucho mayor. En apenas dos meses lanzamos la primera versión de FitWoody en el App Store, que después fuimos puliendo con varias actualizaciones.
El producto encajó muy bien en el mercado: en dos años hemos alcanzado más de 50.000 usuarios en todo el mundo, traducido la app a 36 idiomas y recibido reconocimientos como una de las mejores apps para watchOS 11 e iOS 18. Ese respaldo nos hizo ver que era el momento de dar un salto de calidad.
Llevamos un año trabajando en la V2 de FitWoody, una versión completamente rediseñada y apoyada en IA local. Su objetivo es ayudarte a cumplir tus metas adaptando tu plan de entrenamiento a tu estado físico real y, sobre todo, lograr lo más difícil: que no abandones a la primera de cambio.
El próximo 23 de octubre lanzamos esta nueva etapa, después de haberla testado con más de 5.000 usuarios que nos han dado un feedback muy positivo. Estamos deseando ver cómo crece y, sobre todo, cómo transforma la vida de más personas. Recibir mensajes de padres que nos cuentan que, gracias a FitWoody, vuelven a tener energía para jugar con sus hijos es la mejor recompensa que podemos imaginar.
¿En qué más proyectos habéis participado? ¿Alguna novedad que nos podáis adelantar?
Nos encanta trabajar en proyectos donde sentimos que realmente podemos mover la aguja a favor de las personas y de las organizaciones. No siempre se trata de crear una app desde cero, sino de pensar cómo la tecnología y el diseño pueden convertirse en palancas para alcanzar objetivos empresariales o sociales.
Hemos colaborado con SPC, el único fabricante de smartphones español, con sede en Vitoria, en varios proyectos muy especiales. Uno de ellos fue SPC Care, un sistema que permite monitorizar y acompañar a personas mayores desde el móvil de sus familiares, con funciones tan prácticas como bloquear llamadas de spam, subir el volumen del teléfono a distancia o localizar a la persona en un mapa. También participamos en el rediseño de su nuevo smartphone para personas mayores, buscando que fuese más accesible y amigable.
Otro caso que nos ilusiona mucho es el del Club de Baloncesto Araba, un equipo de formación femenina con un nivel altísimo. Nos pidieron ayuda para mejorar su percepción interna y externa, y tras meses de trabajo estamos construyendo junto a ellas una identidad digital y de marca que refleja el enorme talento que tienen.
También hemos trabajado en proyectos internacionales como Val-Dieu, una cervecera belga con tradición desde el siglo XIII, a la que hemos ayudado a dar el salto a España con una estrategia digital y de diseño que respeta su historia pero la conecta con un nuevo mercado.
Y no nos olvidamos del ecosistema alavés: nos encanta acompañar a emprendedores en fases iniciales, ayudándoles a dar forma a sus ideas y a crear productos con impacto que realmente lleguen a buen puerto.
En cuanto a novedades… podemos adelantar que seguimos explorando nuevos caminos en salud y deporte, y también en proyectos de transformación digital con empresas que quieren acercarse a la tecnología desde un punto de vista más humano.
¿Cómo se siente que empresas como Apple o Pfizer confíen en vuestro trabajo?
La verdad es que fue increíble recibir el reconocimiento de empresas como Apple o Pfizer, y comprobar que siguen contando con nosotros. Que dos de las compañías más grandes del mundo apuesten por tu trabajo en ámbitos tan exigentes como la salud y la tecnología es un empujón enorme y, sobre todo, una validación muy clara de que lo que estábamos construyendo iba en la dirección correcta.
Para nosotros no son solo referentes globales, también han sido compañeros de viaje que nos han apoyado desde el inicio y que nos motivan a seguir elevando el nivel de todo lo que hacemos.
¿Qué empresas, proyectos o personas os inspiran en vuestro trabajo?
Tenemos referentes muy distintos, tanto personales como profesionales. En primer lugar, nos inspira la tenacidad y el esfuerzo de nuestros padres, que también emprendieron y nos transmitieron esa capacidad de luchar por lo que uno cree. Y, por supuesto, nos inspiran muchos de los emprendedores con los que trabajamos cada día, que llegan con una energía contagiosa y unas ganas enormes de comerse el mundo.
También tenemos referentes más públicos. Admiramos mucho el trabajo del Instituto Tramontana, que combina formación, experiencia y comunidad en torno al diseño y la tecnología. Ambos nos hemos formado con ellos en distintos ámbitos y creemos que todavía son poco conocidos en España para el valor tan grande que aportan. Poder aprender de profesionales con tanta experiencia real en el sector, como Javier Cañada, Iñigo Medina o Isabella Cuppis, es un lujo.
Y, en el ámbito internacional, seguimos de cerca a empresas como Framer, Linear o RevenueCat, porque nos encanta cómo trabajan la cultura de producto. Nos inspiran porque siempre ponen a las personas en el centro: detrás de cada email, cada respuesta y cada nueva funcionalidad, hay una reflexión sobre lo que de verdad necesitan sus usuarios. No construyen tecnología por construirla, sino porque creen que merece la pena y saben para quién la están creando.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que os habéis enfrentado hasta ahora? ¿Y el mayor aprendizaje? y ¿qué consejo daríais a quienes están pensando en emprender en este sector?
Nuestro mayor reto ha sido creer en nosotros mismos y entender cuál era realmente nuestra propuesta de valor. No somos solo una empresa que diseña pantallas o que programa líneas de código. Lo que hacemos es acompañar a emprendedores y empresas en transformar su visión de la tecnología y de su
propio negocio. Nuestro valor está en la empatía, en escuchar de verdad y en poner el buen hacer por delante. Nos costó tiempo comprender lo diferencial que es eso frente a limitarse a “picar código” o hacer “figmas infinitos”.
El mayor aprendizaje ha sido que, cuando trabajas desde la empatía y con propósito, los proyectos no solo funcionan mejor: también generan un impacto mucho más duradero.
Y si tuviéramos que dar un consejo a quienes empiezan sería este: no os dejéis deslumbrar por la moda del momento, la IA, las mil funcionalidades o un roadmap infinito. Construid desde lo esencial, en público, con vuestra comunidad, sin miedo a recibir críticas. Es la manera más honesta de aprender, mejorar y, sobre todo, de crear un producto que de verdad funcione y llegue a las personas.
¿Alguna anécdota o momento inolvidable que queráis compartir desde que empezasteis con Chubby Apps?
Uno de los momentos que recordamos con más cariño fue cuando estuvimos trabajando en Boston con Pfizer, al mismo tiempo que participábamos en el Apple Entrepreneur Camp. Fue toda una aventura americana, intensa y emocionante, en la que aprendimos muchísimo y que marcó un antes y un después en nuestra forma de trabajar.
Y luego están esas anécdotas inesperadas que nos sacan una sonrisa: como cuando vamos a Barcelona o Madrid y alguien se nos acerca diciendo “¡oye, sois los Chubbys, no?”. Es muy curioso y a la vez muy especial sentir ese reconocimiento espontáneo de personas que valoran lo que hacemos.
Ronda de preguntas rápidas
- ¿Películas sobre emprendimiento que recomendeis?
No hemos podido quedarnos solo con una, así que recomendamos dos series de Apple TV+.
La primera es WeCrashed, que narra la historia de WeWork. Nos fascina ese retrato del “delulu” del emprendimiento de rondas de inversión, donde a veces no sabes si el dinero se gasta en camisetas o en champagne, y cómo todo puede desmoronarse de la noche a la mañana.
La segunda es Ted Lasso. A priori no parece que tenga nada que ver con emprendimiento, pero para nosotros lo refleja mejor que muchas historias de startups: un líder que, a pesar de tenerlo todo en contra, consigue unir a un equipo, crear cultura y sacar un proyecto adelante. Eso es, al fin y al cabo, emprender.
- Frase que refleja vuestra filosofía de trabajo
Pensamos, diseñamos y construimos tecnología sin manual de instrucciones
- Si pudieras tener una reunión con algún personaje de la historia con quién sería?
Aquí tenemos respuestas distintas. Asier elegiría a Jony Ive, por la manera en que supo transformar Apple desde el diseño, llevando la simplicidad y la innovación a cada producto. Y yo me quedaría con Dieter Rams, porque siempre me ha fascinado cómo un diseñador podía influir y transformar una corporación entera desde los puestos más altos de dirección.
Al final, los dos representan lo mismo: la fuerza del diseño como motor estratégico capaz de cambiar no solo productos, sino también la forma en la que entendemos la tecnología.
- ¿Si volvieras al pasado, emprenderías otra vez?
Sí, sin duda volveríamos a emprender. Ese “veneno” que llevamos dentro los emprendedores (como diría C. Tangana) no se sustituye fácilmente con otra droga. Es una mezcla de pasión, inconformismo y ganas de crear cosas que tengan impacto, y una vez lo pruebas, ya no hay marcha atrás.
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